Vladimir Makovsky, Dos madres: natural y adoptiva, 1905-1906, óleo sobre tela, 158 x 120 cm. Museo de Arte de Samara (Rusia)
Impacta, sobre todo, esa densidad narrativa de los realistas rusos; como quien, al calor del fuego y en la penumbra, cuenta historias una a una. Cada cuadro deviene, así, en un poema, una novela, un manifiesto. Sobre la obra de Makovsky leemos por ahí: Fiódor Dostoiévski se quedó impresionado: “Estas diminutas pinturas expresan amor por la humanidad, en general”.
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