Edward Hopper, Eleven A.M., 1926, óleo sobre tela, Hirshhorn Museum and Sculpture Garden, Washington
¿Por qué nos conmueve tanto Edward Hopper? ¿Qué nos pasa con sus pinturas? Mirando su obra uno siempre tiene la impresión de estar esperando algo inminente, algo que nunca termina de ocurrir. La nación más hiperquinética del mundo es relatada por su hombre más quieto, más silencioso, más penetrante, más discreto.
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