Nicolás

Nikolai Ge, Autorretrato, óleo sobre tela, 1893, 65.5 x 52.5 cm, Museo de Arte Ruso de Kiev

Algo ocurrió a comienzos del Siglo XX. Por algún motivo el Hombre dejó de producir obras de esta densidad, profundidad, lucidez. Se desaprendieron de golpe entre quinientos y setecientos años de plástica occidental. Nunca volvimos a ser los mismos.

Luz

Georg Pauli, Luz de lectura, 1884, sin otros datos de colección

Experimento

Joseph Wright, Experimento con un pájaro en una bomba de aire, 1768, óleo sobre tela, 183 cm × 244 cm, National Gallery de Londres

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Leemos en Wikipedia: “El lienzo representa a un filósofo natural (precursor del científico moderno) recreando uno de los experimentos con bomba de aire de Robert Boyle, en el que un pájaro se ve privado de oxígeno y es observado por un variado grupo de espectadores; éstos muestran diversas reacciones, pero en la mayor parte de los miembros la curiosidad científica supera a la preocupación por el pájaro. Cabe destacarse que la figura central mira hacia afuera de la pintura como si invitara al espectador a que participe en el acontecimiento.”

Flores de almendro

Vincent van Gogh, Ramas con flores de almendro, 1890, óeo sobre tela, 92 x 73.5 cm, Van Gogh Museum, Amsterdam

Pastores siberianos

Franz Marc, Pastores siberianos, 1910, óleo sobre tela, 80 x 114 cm, National Gallery of Art, Washington
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Madame Claus

Emile Claus, Retrato de Madame Claus, 1900, óleo sobre tela, 81 x 96 cm, Musée des Beaux-Arts de Tournai

Luz y sombra

Nataliya Kot, Luz y sombra, ca. 2010, sin otros datos de colección

Felipe

Hans Baldung, El Conde Felipe, 1517, óleo, 31 x 41 cm, Alte Pinakothek, Munich

Cuenco

Frederick Childe Hassam, Cuenco con peces de colores, 1912, óleo sobre tela.

Frederick Childe Hassam cantó la belleza del Cosmos con pincelada firme pero serena. Sobresale entre los impresionistas estadounidenses  por la profundidad de sus atmósferas y la recreación de climas y estaciones. Mostró la luz diáfana de las Américas en paisajes, interiores, jardines y retratos. Sus cuadros expresan calma, silencio y la felicidad de lo íntimo. 

Desfile

Eric Fischl, Escenas del Paraíso tardío: el desfile, 2006, óeo sobre tela, 193 x 274 cm.
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Cuerpos banales paseando sus pequeñeces por el mundo. Destinos menores, desacralizados, irrisorios; la Nada desfilando entre lo que pudo haber sido un himno a la grandeza del Hombre. La decepción de Fischl ante las clases medias de su país se vierte, casi obscena, en telas de gran tamaño y pincelada plana.

Sastre

Albert Anker, El sastre de la aldea, 1894, óleo sobre tela, 53 x 42 cm, Kunstmuseum Solothurn, Suiza

Hemos visto personas así realizando los trabajos más diversos. Hemos hecho silencio ante la grandeza de sus obras, aún las más humildes. Nos ha conmovido una concentración casi mística en tareas cuya cotidianidad oculta su significado. Nos hemos sentido agradecidos ante la sola existencia de esta gente, capaces de imprimir al Cosmos un orden trascendente, un ritmo luminoso y puro.

Entre las flores

Edouard Manet, Mujer joven entre las flores, 1879, óleo sobre tela, colección privada.

Aguas profundas

Ran Ortner, Aguas profundas Número 1, 2010, óleo sobre tela, 183 x 731,5 cm, colección del autor

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