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sábado, 6 de febrero de 2016

Karen


Edvard Munch, La tía Karen en la mecedora, 1883, óleo sobre tela, 47 x 41 cm, Museo Munch, Oslo


Injustamente recordado sólo por sus varias versiones de El grito, Eduard Munch tuvo una fase temprana (la década de 1880) que no llama la atención de los críticos. Se trata de retratos sutiles, en primeros planos, de personajes envueltos en atmósferas quietas, a veces en penumbras. Instantes capturados en plenitud; tiempo congelado en la memoria del artista.