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martes, 23 de junio de 2015

Alta marea


Lyonel Feininger, The high shore, 1923, óleo sobre tela,
Colección Loan Forberg, Viena

Lyonel Feininger llevó a la consumación dos aspectos que habrían de caracterizar una parte importante de su obra (su larga "etapa alemana"). Por un lado, la geometrización del espacio, y en particular el espacio atmosférico; por el otro, la miniaturización de la figura humana en paisajes que, en consecuencia, se tornaban inmensos. Adicionalmente, en él, color y textura van de la mano. Feininger expone el drama humano con precisión: existencias anecdóticas en un Cosmos cuya escala se nos escapa, siempre.


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